La chica del tren es un éxito que no estaba calculado. Paula Hawkins era una completa desconocida y sólo las recomendaciones y el boca-oreja en Internet insuflaron vida a un libro que ha sobrevivido pese a las tradicionales críticas literarias que, como era previsible, lo califican de basura. Basura que, al fin y al cabo, gusta al común de los mortales.
¿Estabas en el tren de las 8.04? ¿Viste algo sospechoso? Rachel, sí. Rachel toma siempre el tren de las 8.04 h. Cada mañana lo mismo: el mismo paisaje, las mismas casas… y la misma parada en la señal roja. Son solo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando tranquilamente en su terraza.
Siente que los conoce y se inventa unos nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya. Pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente. ¿Y si Jess y Jason no son tan felices como ella cree? ¿Y si nada es lo que parece? Tú no la conoces. Ella a ti, sí.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.